Jessica Huerta desarrolló su pasión por acabar con la violencia contra las mujeres desde un interés personal a uno profesional. Como educadora de pares de Right to Know en la Universidad de California, Irvine, obtuvo capacitación sobre intervención en crisis y brindó recursos a sobrevivientes de agresión sexual y violencia doméstica. En 2014, Jessica se unió a CHIRLA y, como Coordinadora de Educación Comunitaria, informa a los sobrevivientes inmigrantes sobre los recursos disponibles para ellos, independientemente de su estado migratorio. En 2017, recibió la acreditación DOJ en Ley de Inmigración. Su trabajo incluye brindar información sobre Conozca sus derechos y las leyes laborales, lo que le brinda la oportunidad de evaluar e informar mejor a los miembros de forma individual y grupal sobre los posibles alivios de inmigración, los derechos de los trabajadores y los servicios sociales.

Antes de venir a CHIRLA, completó su Licenciatura en Psicología y Sociología de la Universidad de California, Irvine en 2011. Además, obtuvo su Maestría en Políticas Públicas en la Universidad Central Europea en Budapest, Hungría en 2013. Colaboró ​​como investigadora de políticas en el Proyecto Iniciativa Roma en la Fundación Sociedad Abierta en Hungría. Como parte de su esfuerzo de defensa para brindar recursos a los sobrevivientes, en 2017 formó parte de la cohorte de Trauma Justice (TJ) del Women's Policy Institute, lo que le permitió desarrollar y promover una agenda de políticas interseccionales que se centra en las necesidades de las comunidades históricamente marginadas que habían sido impactados por la opresión, la violencia y la discriminación basadas en el género. La cohorte de TJ unió fuerzas y colaboró ​​​​con proveedores de servicios comunitarios para impulsar una legislación que permitiría a las mujeres encarceladas tener acceso a líneas directas externas gratuitas y confidenciales para crisis para servicios de apoyo emocional relacionados con la violencia doméstica, la agresión sexual y la salud mental. El mismo año, como equipo, abogamos por una legislación para crear el Fondo para la Prevención de la Violencia Doméstica y la Agresión Sexual de California. Su capacidad para conectarse con sobrevivientes y mujeres inmigrantes ha ayudado a la comunidad inmigrante a empoderarse, exigir sus derechos y reconocimiento social con dignidad y respeto.