Jessica es una facilitadora hábil con un volumen único de experiencia que une la gestión de programas, el juego radical, la educación comunitaria, el desarrollo de liderazgo, la evaluación y la práctica ética del trabajo social.

​Jessica creció en el movimiento para poner fin a la violencia contra las mujeres, comenzando como activista juvenil para una organización local de violencia doméstica y sexual. En los últimos más de 16 años, ha continuado ese trabajo como defensora de órdenes de protección, consejera de adolescentes, desarrolladora de programas para jóvenes, analista de datos y constructora de comunidades. Ha trabajado para organizaciones locales, estatales y nacionales, todas centrando las experiencias de los jóvenes en enfoques intergeneracionales para la construcción de comunidades y la prevención de la violencia. Ella ha canalizado esta experiencia para convertirse en consultora sin fines de lucro, asociándose en gran medida con programas de prevención de la violencia en todo el país que brindan servicios directos o asociaciones de prevención con jóvenes.